CHILE.- Durante las últimas décadas, nuestro país ha experimentado un proceso de avance hacia la no discriminación e igualdad de derechos que debe existir para todas las personas, independiente de su sexualidad, género y orientación sexual. Bajo esa lógica han tenido lugar ciertas reivindicaciones, como la despatologización de la homosexualidad en los manuales internacionales de psicología, la Ley Zamudio que condena categóricamente la discriminación en cualquier género o situación de rechazo que se produzca con referente a la homosexualidad. No obstante, aún quedan numerosas cosas en cuestión al pendiente, como la aprobación del Matrimonio igualitario reconocido en su totalidad, la adopción homoparental, y una Ley de identidad de género que permita a las personas transexuales vivir como la desean.
Además, es de suma urgencia, importacia y prioritario, contar con mejores políticas y posibilidades de una mejor educación sexual, en torno a la enseñanza y reconocimiento de las diversidades sexuales y genéricas, por fuera de lo cis- género heterosexual, donde exista un espacio de diálogo y trabajo con una amplia red de apoyo emocional y anímico para las personas que han tenido que enfrentar todo tipo de problemas de discriminación, y también dar apoyo a todos aquellos que sufren por no ser respaldados por sus padres o familiares, ahogándose en una profunda crisis de depresión y abandono.
Chile como país sigue dando pasos desarrollando y creciendo socialmente en estas materias que nos atañen como sociedad, para que nunca más se tenga que lamentar otra muerte de algún joven o persona que está pasando por un momento difícil y complicado, que la Ley Zamudio sea una ley que permita amparar a sus víctimas como corresponde. Para todos, todas y todes!
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