EL PODER DE LA ENTREVISTA
En nuestro país, la información se ha convertido en materia prima para el negocio periodístico. La actividad de los medios de comunicación es fundamental para el desarrollo de la democracia, la cual debe guiarse por principios éticos de responsabilidad interior, sin menospreciar, ni menoscabar la verdad, pero parece que estos preceptos están alejados de la mente de algunos comunicadores. El periodista debe ser consciente de su poder para influir e impactar en la sociedad con sus opiniones, porque posee y aprovecha los diferentes canales comunicativos para emitir la información, pero esto no constituye "patente de corso" para denigrar, ni subestimar al entrevistado, sino al contrario, dejar que el público juzgue y analice el contenido.
Lo ocurrido en el programa Hora 25 que dirige el periodista Andrés Carrión es una clara violación a las normas periodísticas que están enmarcadas en las actitudes morales y éticas que debe ejercer un comunicador, a la hora de establecer su trabajo. "Aquí el que manda soy yo y tú te sometes a mis indicaciones", palabras textuales del moderador, Andrés Carrión
El diccionario de la RAE recoge en su significado de la palabra MANDAR lo siguiente: "Expresar su voluntad de que otra persona le obedezca".
Una entrevista es una conversación sobre hechos de actualidad, sobre temas de interés, local, nacional e internacional. La entrevista es una de las manifestaciones periodísticas de mayor popularidad, donde el personaje proporciona declaraciones de inmediatez que se convierten en interés absolutorio para el público en general y no en la voluntad hermética del periodista.
Las técnicas de la entrevista son generales en el mundo de la comunicación: Guiar el diálogo, sin forzarlo para que el entrevistado fluya con un razonamiento propio. No hacer preguntas desconcertantes que confundan las respuestas del personaje, son algunas destrezas que deben manejar los comunicadores sociales, pero que al momento de ejercer la actividad comunicativa se alejan sin pudor del profesionalismo establecido.
En el periodismo también existe el FAIR PLAY, de manera que hay que jugar limpio con el entrevistado, sin ridiculizarlo, ni alterar su pensamiento. Finalmente, el periodista no debe utilizar la entrevista como plataforma para su exhibición personal, aunque en nuestro país prevalece el egocentrismo de ciertos periodistas que se creen deidades o "divos", pero que solo logran el rechazo de la audiencia que sabe diferenciar las actitudes absurdas y complejas de unos cuantos endiosados de la prensa ecuatoriana.
LTA.
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