ESCRIBE: CARLOS GARCIA NEIRA.
En estas próximas elecciones que se realizarán el 5 de febrero del presente año, se puede prever que el voto de las personas en la actualidad va a ser más emocional y, por ende, poco reflexivo o critico como debería ser. Al acercarse cada proceso electoral se habla de la importancia que el pueblo vote en una forma reflexiva, pero de acuerdo a la característica de sociedades como la nuestra y el tipo de cultura que predomina estos instantes, hará que la población no tenga un voto pensante y reflexivo.
Por eso no nos llama la atención que la mayoría de los candidatos a alcaldes, concejales y prefectos hayan apelado a mayor fuerza que antes, a una increíble fiebre de ofertas, con el único interés de conquistar el voto a partir de sembrar ilusiones y “esperanzas”, sobre todo en los sectores que más están sufriendo los problemas de inseguridad, desempleo y la falta de inversión pública, que hoy afecta al Ecuador. En este proceso electoral está el excesivo número de candidatos a alcaldes, prefectos lo que unido a una campaña oficial de apenas 30 días y el gran desafecto de la gente por la política hace imposible que la mayoría de electores pueda conocer y analizar cada uno de los planes de trabajo, razonar y decidir su voto, además que estamos ante un público electoral que tiene una débil formación política.
En la provincia del Guayas y Guayaquil la mayoría de los candidatos ofrecen empleo, seguridad, defensa del agua, algunos quitar los famosos radares de velocidad, créditos y hasta educación universitaria. Todos los candidatos tratan de convencer a la masa con videos en tik tok, campaña en redes sociales y candidaturas que recurren a noticias falsas y a la degradación del adversario. Los candidatos social cristiano han estado haciendo campaña desde hace mucho tiempo atrás, utilizando los fondos de la Prefectura y de la Alcaldía, gastando grandes sumas de dinero ,sin respetar lo que señaló el Tribunal Supremo Electoral, que había fijado 30 días para la campaña y este organismo no le ha llamado la atención, ni le ha puesto la multa respectiva, como debería ser, mientras que los otros candidatos si han respetado el reglamento y han presentado la queja respectiva al organismo electoral.
Por otro lado, la campaña para las elecciones seccionales ha dejado muerte y desolación al paso, varios candidatos han sido víctimas de atentados, a otro se lo ha involucrado con el narcotráfico o lavados de activo, especialmente en Ecuador esta pasando lo que ocurría en México. El candidato a alcalde de Portoviejo, Javier Pincay recibió varios disparos en medio de una caravana, por suerte no lo asesinaron, sino que lo hirieron y lo alojaron en una Casa asistencial.
El que no corrió con la misma suerte fue Julio César Farachio, candidato a alcalde por Salinas, a quien si lo asesinaron en un recorrido político y posteriormente detuvieron al criminal la policía. Ante estos hechos los políticos se han visto en la necesidad contratar seguridad privada para proteger su vida y limitar los eventos de concentración masiva. Nuestro país estos instantes atraviesa una ola de violencia, nunca antes registrada, todos los ciudadanos clamamos que las autoridades controlen la inseguridad, miles de familia se han enlutado por esta causa, así podemos señalar que el narcotráfico y la política se juegan un intenso enfrentamiento.
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