Por Salvador Díaz Pineda (Sadíp)
Te beso amor
de tarde gris y
de noche triste.
Te beso, aunque de ti reciba
tu acostumbrada respuesta despreocupada,
que no llega ni siquiera a un bosquejo de amor,
si acaso, a un desgano senil.
Te beso amor
con un beso que me sabe a delirio.
Te beso y dejo escapar
un amor, que ya no quieres recibir.
Comentarios