Relato breve de Enrico Diaz Bernuy.
Cuenta la leyenda que al quedarse viuda la Sra. Morales, los herederos a pesar que estaban suscritos en un testamento y debido a las escasas relaciones familiares que los unían. En ese ocaso de la vida, lo único que sobrevivía eran las ambiciones de cada participante. Un mal testamento o un testamento del cual no satisfacía las ambiciones del hijo mayor, fue motivo para hacer un reguero de ataques a sus hermanos. Era un todos contrata todos. Las ambiciones, la desigualdad frente a un patrimonio que bordeaba el millón de dólares. En donde sobrinos y hasta vecinos habían puesto el ojo sobre dicha historia. Ya no se trataba sobre un testamento, se trataba de destruir ese testamento sea cual sea el precio con el ánimo de quedarse con todo.
Así era el sentir de algunos de los insatisfechos herederos (las iniquidades a la orden del día). No importaba tampoco la voluntad del fallecido padre. Tampoco la salud mental de la aún viva madre que presenciaba todo. Se trataba de obtener dinero sí o sí. Herederos que algunos sin carrera profesional, sin valores, sin oficios conocidos. Y otros con oficios poco valorados. Tres mujeres y tres varones.
Uno de ellos radicaba en el extranjero y decidió regresar a su país sin pena ni gloria, el otro, un sobreviviente. Y así, todos en donde el hambre, la necesidad se unifica y la carencia de amor entre ellos encrudece el abismo, y ahí surgía una esencia...
A una heredera se le ocurrió hacerse amiga de un vecino engatusándolo con el argumento que ella luego de lograr sus fechorías les iba a rematar todo el patrimonio con tal, que él la ayude.
El vecino, otro ambicioso y dejándose guiar de su versión…, y ya sabemos que cuando una persona se deja “guiar de una opinión” y no corrobora o no pide a la otra parte su versión es porque sin duda; esa persona se ha parcializado por que ya tiene “un interés de por medio”. (Bastante evidente).
Cuenta la leyenda que un verdadero yogui no huye como una rata, pero por su puesto que no estamos hablando de personajes levemente iluminados y mucho menos, espirituales. Por lo contrario, de acuerdo a los hechos relatados todo pertenece a una naturaleza demoniaca de cada uno de ellos, eso es evidente según las sagradas escrituras. Gente espiritualmente insignificante, con una escasa visión del mundo que los pone en un sitial donde la insatisfacción está a la orden del día.
Pero los indubitables desafectos los hacían merecedores de otras habilidades demoniacas, y eso se mostró desde el primer momento. ¿Cuál fue el primero momento? El primero momento es cuando un hermano confabula en contra de su hermano. Y todo para desprestigiarlo con el ánimo de declararlo “hijo indigno” y expropiarle su herencia.
¿Cuáles fueron las otras habilidades demoniacas? El morbo por la acusación, la difamación. Aprovecharse de sus desventajas laborales, como si todo el mundo tuviera las mismas oportunidades (una visión llena de oscuridad).
Lo interesante o lo que me causó más extrañeza en esta historia es que el hijo mayor acababa de cumplir los 68 años de edad la que le sigue 67 la otra hija 66 y los mellizos 65 años (Todos ancianos). O ellos se creían inmortales o simplemente pensaban en sus descendientes.
Entonces estamos contando una historia no sólo sobre el sufrimiento basado en el egoísmo, la ambición material, estamos hablando también en como las personas toman partido sobre una historia privada (familiar). Y esas personas parientes lejanos, o vecinos. Empiezan a sentirse bastantes atraídos ante el escenario caótico de una familia. Empiezan no solamente a tomar partido por los motivos antes mencionados sino se empiezan a burlarse o rasgar las vestiduras como si sus familias no tuvieran problemas.
Ahora resulta que ellos tienen familias perfectas (desagüe). Lo curioso es que ni en el palacio de los palacios ocurre eso. No existen las familias perfectas pero para poner las narices o parar las orejas “como los burros” en alerta hacia una familia con sus problemas… la naturaleza humana nos dicta otro mandato biológico: La morbosidad.
Y estas cosas (desagüe) nos pueden pasar si no nos esmeramos en cultivarnos espiritualmente, los mandamientos biológicos imperan y los escenarios al costado de la casa de uno se vuelven circos en donde demuestran no sólo el drama de la casa ajena sino, lo perdido en la vida que pueden estar algunas personas. Por parar las orejas o poner siempre los ojos a la casa del otro como si el desagüe fuera para uno, algo provechoso. (Desagüe) Cero empatía.
Al fin y al cabo la vida de todo dios es una epopeya en donde el bien muchas veces no triunfa en esta era, la mentira y las difamaciones son los diamantes de la corona. Las personas rectas y nobles no son escuchadas. Y estos que se han declarado adversarios a la verdad y a la belleza, finalmente terminan en la peor de las muertes, y eso, sí es real.
DATO: Fotografia de desagues del siglo 19.
Comentarios
En el meticuloso y depurado relato DESAGüE DE AMBICIONES, el escritor peruano Enrico Bernuy convierte un caótico escenario familiar, muerte del patriarca y trifulca de sus hijos, en una suerte de jaula psicológica en la que sus personajes conquistan un cierto protagonismo en su barrio, envueltos en una serie de recriminaciones mutuas. Por un lado, tenemos al hermano que regresa del extranjero (bien dicho 'sin pena ni gloria'), quien ostenta tener la urgencia de eliminar un Testamento, con ello lograría hacerse con la millonaria suma en dólares (igual buscan hacer los demás).
Aquí tenemos la plácida cotidianeidad de varios ancianos que se ve perturbada por la muerte del padre de estos, este escenario impone una 'clientela' cada vez más interesada en conocer el desenlace del drama, los vecinos son ya parte del tristemente célebre show. Así, atrapados entre el apego por el dinero y las ambiciones desbordadas, los personajes se ven empujados a una clandestinidad moral, o sea, a fingir que amaban al viejo y que ellos, cada uno por separado, son el legítimo y único heredero de la fortuna.
Estos dramas son como el Covid-19, sacan lo mejor del ser humano, de ellos en cambio, salió lo peor de sus corazones. Aunque a Bernuy le interesa tanto el lado siniestro del relato como lo oscuro de la naturaleza humana, en cierto sentido, este escritor busca establecer un paralelismo entre el nihilismo moral de los hermanos y su propia delicadeza a la hora de capturar, con su Pluma, los gestos en los que se juega el destino de los personajes: las miradas furtivas de ambición entre cada uno de ellos y su público no invitado al triste espectáculo, o los cuidados que los lectores dedican a imaginar el final de esta historia.
DESAGüE DE AMBICIONES: Obra corta. Pulcra. Oscura y mesurada en sus insinuaciones de cierre. Argumentalmente equilibrada y desmedidamente frontal con la realidad de muchas familias.
Roberto González Short. Periodista.