Por: Enrique Alejandro Rodríguez Villanueva
En un reino no muy lejano, un hermano llamado Elián cuyo significado es el Dios del Sol, y su edad iniciática es de 5 años, un número que representa nuestros sentidos, los colores, los estados del trigo, los escalones que se deben superar para alcanzar la Luz de Oriente, los vértices de la Estrella Flamígera la que evoca al hombre, con todas sus facetas y potencialidades, al ser humano completo. Como el hombre de Vitrubio pintura de un iniciado en los grandes misterios como lo fue Leonardo da Vinci; que simboliza al hombre con los pies bien apoyados sobre la tierra, sus brazos extendidos para abarcar el conocimiento y su cabeza erguida para con sus cinco sentidos pueda cumplir su misión en la tierra.
Elián, como todos los días, se sentó a contemplar la naturaleza, pues es la edad propicia para poder estudiar las ciencias naturales, puesto que ya posee el dominio de la razón y de la inteligencia. Admiraba los bosques, la vegetación, el aleteo de los pájaros, los trigales, un hermoso rio que baja sobre la montaña del oriente, aquella montaña blanca que representa el manto de la Gran Sacerdotisa, esa misma montaña donde varias personas han visto caminar a un ermitaño con su linterna que da luz a quien quiera seguir el camino del conocimiento y de la verdad.
Elián estaba contemplando las espigas de trigo en aquel campo de abundancia, y prosperidad, con ese color oro que da los rayos del sol que posan sobre el trigal cuando de pronto vio una figura a un lado de él, era un anciano con ropajes holgados y elegantes, como si de un eremita digno y poderoso se tratara, sus cabellos y barba son blancos indicando sabiduría. Su mentón como la barba de Aarón y arrugas en su frente nos daban fe de sus vivencias ya pasadas y de una larga experiencia de vida.
El joven Elián, saludó y le dijo: - buen hombre ¿de dónde vienes? El anciano contestó:
- del Oriente querido Hermano.
- Y ¿qué hacías ahí? ¡Pregunto Elian!
- Construyendo mí templo interior. Respondió el anciano.
Elián lo invito a sentarse junto a él, admirando el maravilloso color oro que refleja el trigo de las espigas y el vaivén que me tranquiliza y alegra.
- Elian pregunta al anciano: ¿Qué representa para vos las espigas de trigo? Y el anciano con una voz suave y calmada respondió:
- El trigo tiene sus orígenes en la remota Mesopotamia, “La palabra «Trigo» proviene del vocablo latino Triticum, que significa ‘quebrado’, ‘triturado’, haciendo referencia a la actividad que se debe realizar para separar el grano de trigo de la cascarilla que lo recubre. Triticum significa, por lo tanto, el grano que es necesario trillar para poder ser consumido”.
La separación a la que se somete la espiga para liberar la semilla de la cascarilla o paja, se puede comparar con la acción de emerger de una profundidad cuyo comienzo tiene lugar desde que despunta la planta del suelo.
En el caso del proceso iniciático, el masón introspecta en su interior, se abre al mundo y al universo, comienza el proceso de elevación de la razón, hacia la razón superior.
Para que el aprendizaje en el Iniciado, sea abundante y se multiplique como granos de trigo, es necesaria, una fuerza de sustento y dirección que no es otra que la Voluntad, para avivar la chispa que yace en el corazón del hombre, y eso, sólo se consigue con el trabajo, y nada más que el trabajo interno; de otra manera, sólo se obtendría conocimiento académico y desarrollo meramente mental, o, peor aún, el interés por las cosas materiales, ambos conceden una categórica insatisfacción, que lo puede lanzar a la búsqueda dispersa, a los vicios y a una muerte desolada, que irradia lo que en ella se alimentó: Pesares.
El simbolismo de la semilla al caer en la tierra fértil producirá vida muriendo para ellos. Es el destino del grano de trigo.
Elián, quedó en silencio como esperando lograr unir la parte exotérica con la esotérica de las palabras del anciano. Y solamente se concretó a decir: hermano ¿por qué usan esta palabra?
- Hermano Elián, la palabra “S…”, significa espiga en hebreo, porque los masones somos como millones de semillas de trigo que esparcimos por todo el mundo la semilla de la ciencia, la virtud y la fraternidad.
- “S…” aparece en una historia de la Biblia en la cual su pronunciación fue utilizada para distinguir a la tribu de Efraím de la de los galaaditas.
Se dice que después de que los Galaaditas derrotaran a la tribu de Efraím cerca del siglo I A.C.; comenzó un éxodo de los efraimitas.
Ellos cruzaban el Río Jordán y al cruzarlo eran esperados por sus rivales, los cuales para diferenciarlos de las otras tribus y personas que transitaba por ahí les hacían una prueba simple: cuando alguno de los de Efraím que había huido decía: ¿Pasaré? Los de Galaad le preguntaban: ¿Tú eres de Efraím? Si él respondía no, lo obligaban a pronunciar la palabra “S…” y si los de Efraím decían “S…”, entonces degollaban a los fugitivos efraimitas. Así fue como murieron cuarenta y dos mil hombres de Efraím.
- Interesante historia, comento Elián, desconocía muchos pasajes de la biblia.
- ¿Debemos mencionar la palabra s… en vez de deletrearla? comento Elián, a lo que el viejo contesto: los masones dicen la palabra en sílabas, porque ya tienen cierto dominio del lenguaje, conocen las herramientas, también conocen parte de la naturaleza.
Elián comentó al anciano, - Ahora puedo entender la relación que guarda la masonería con las espigas de trigo. Las espigas de trigo son consideradas una planta sagrada indispensable para la vida humana, es un producto nutritivo y vivificante que produjo la naturaleza. De esta manera se considera a la masonería, indispensable como fuente que emana y refleja los destellos que iluminan a la inteligencia del hombre que, al ser tan numerosos como espigas de trigo, no quedará lugar sobre la tierra, en que no se reciba su acción, sus beneficios y sus enseñanzas, impartiendo sus doctrinas civilizadoras y progresistas, que se encuentran diseminadas por todo el mundo y en todas las razas.
El anciano sonrió y con su cabeza mostró la aceptación de la respuesta del joven. Enseguida le tocó la frente y le dijo: el simbolismo del trigo, tal vez sea la más bella representación de nuestra vida eterna.
Posteriormente el anciano se retiró y se despidieron como lo hacen los hermanos, con un abrazo fraternal. Las plantas de trigo se estremecían empujadas por la energía que las impulsa a dar la vida y trascender en la columna del oriente.
Es Cuanto.
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