Por: MRGM Armando Herrera Rodríguez
“La necesidad de encontrarle una razón,
un sentido de las cosas, es una necesidad
típica del Ser Humano a lo largo de toda
su existencia: Necesidad de entender,
hambre de verdad”
Albert Einstein
Cuando hablamos del SOLSTICIO, astronómicamente es el tiempo en el que el sol ingresa en los dos hemisferios, esto es, en los signos de cáncer y capricornio, llegando a su máxima declinación septentrional y meridional, en los hemisferios norte y sur. Ambos puntos están situados por encima o por debajo de la eclíptica.
Durante esta época del año, donde parece que el Sol se detuviera (Solsticio = Sol quieto) en el hemisferio Norte, es el día más largo y, por consiguiente, el poder de las tinieblas tiene su reinado más corto y en el hemisferio Sur sucede lo contrario.
Los solsticios determinan, el paso de las grandes fases en que la Naturaleza ofrece cambios y contrastes tan notables y opuestos: fenómenos sorprendentes y siempre admirables, tanto así que todas las religiones y diferentes cultos los han conmemorado bajo distintas formas y alegorías.
Este brindis es dedicado al sol, así como al gobierno y a la prosperidad de la nación, permítanme esta noche que no sea así. Esta noche quiero brindar por todos los Grandes Orientes, por todos los ritos existentes, pero sobre todo, por la determinación de romper paradigmas e inercias y por la gran fraternidad de todos nosotros.
La masonería se ha distinguido por haber desquebrajado inercias y paradigmas en diversas etapas de la historia de la humanidad, pero curiosamente nos hemos quedado envueltos en rehenes de nuestras propias inercias y paradigmas, quedándonos a la zaga y provocando caos y mediocridad dentro de las logias.
Nos encontramos sumergidos en el caos y llevados de la mano de la apatía, la conformidad y haber perdido el paso a la marcha de la historia moderna. Al igual que la mujer de LOT, nos hemos convertido en estatuas de sal por estar viendo constantemente hacia el pasado, viviendo de las glorias históricas y dejando de ver el hoy y cambiar el presente para modificar el futuro que ya está aquí.
El mundo cambia a velocidad vertiginosa en todas las ordenes, sin embargo nosotros como institución seguimos viejos esquemas en la metodología de la transmisión del conocimiento y en la relación entre nosotros mismos, por el temor a antiguos documentos que nos rigen y al temor de quienes nos gobiernan. Las consecuencias precisamente, de no haber roto inercias y paradigmas anacrónicos, han sumido a nuestras instituciones masónicas en un letargo que se ha venido acrecentando a través de las últimas décadas.
Las Grandes Logias debemos vernos como un solo cuerpo y no como un aglutinador de partes diversas. No es mi intención poner en consideración recomendación alguna, ya que tenemos un irrestricto respeto a todos los Grandes Orientes de diferentes ritos, que conforman la gran masonería mexicana. Pero si me gustaría invitarlos a ser precursores de cambio y participación entre todos nosotros.
La verdadera masonería se ha significado por ser una maestra en la búsqueda de la verdad y la luz, por esa razón en diferentes etapas de la historia la masonería ha surgido como una gran fuerza avasallante que ha derribado estructuras caducas.
Hoy nos encontramos aquí reunidos para celebrar una fiesta de solsticio, pero también para encauzar nuevos derroteros y lograr consensos dentro de la diversidad hoy aquí representada. La ausencia de autocrítica, ha sido nuestro punto màs vulnerable para no hacer los cambios que requerimos actualmente.
Es menester que hoy entre todos nosotros representantes de diversos ritos, hagamos el ejercicio de la crítica constructiva, misma que habrá de señalar claramente los valores positivos que en el pasado fueron las bases de las mejores realizaciones y alcances que dieron brillo, presencia, respeto y majestuosidad a la masonería.
Tengamos un respeto irrestricto a los diversos liderazgos en lo interno, pero consolidados y unidos ante el exterior, tenemos que superar y vencer la imagen de divisionismo y confrontación con que se nos ha identificado desde siempre. Si logramos con respeto inteligencia, prudencia, y tolerancia esa unidad tantas veces buscada y nunca alcanzada en su totalidad aùn, llegaremos a ser la luz que tanto queremos todos los hermanos.
Queridos Hermanos, esta noche los invito a ser la esencia de nuestras raíces como masones y sin distinción de ritos, iniciemos desde hoy y por siempre juntos la gran fraternidad masónica. Y dejémonos ver ante las autoridades y el mundo profano, como una sola. La gran masonería universal.
Los invito a ponerse de pie y brindar esta noche, no solo por el bienestar de nuestras autoridades, si no, por la gran fraternidad masónica.
Es Cuanto.
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