Profesor Evaristo Velasco Álvarez
El avance poblacional de nuestra patria, y en especial el área metropolitana, que abarca la Ciudad de México (antiguo Distrito Federal), gran parte del estado de México, algo del estado de Querétaro, de Tlaxcala y de Hidalgo, lo que vuelve a este conglomerado poblacional en una gigantesca masa de más de 22 millones.
Y el flujo natural del ir y venir de mercancías y de turismo, hacen que el aeropuerto internacional Benito Juárez, de la ciudad de México sea ya casi insuficiente; por lo que la visión obligada era la de construir un nuevo aeropuerto, decidiendo el lugar, por parte de los ingenieros y consejeros de Enrique Peña Nieto, presidente de la nación, escogiendo el Lago de Texcoco.
Así que se anunció con bombos y platillos que el nuevo AICM se instalaría en ese lugar, procediendo de inmediato a aplicar una gran cantidad económica para ello (225 mil millones de pesos), presumiéndose internacionalmente y recibiendo el beneplácito y la aceptación de los empresarios de la nación, quienes de inmediato se avocaron a comprar los terrenos aledaños al sitio elegido.
Lo que no dijeron es que el espacio es un lago y que por lo tanto, todo lo que en él se construya se hundirá a razón de 10 a 15 centímetros anuales, de acuerdo al peso de lo que ahí se construyera. También se dijo que el actual aeropuerto se cerraría como tal y se destinaría a un desarrollo comercial y cultural, por lo que la construcción del nuevo aeropuerto exigía prioridades y prontitud.
Para 2018, el aeropuerto de Texcoco presentaba ya un avance del 20%, con una inversión de 150 mil millones de pesos, entre los materiales y las inversiones que los particulares hicieron y se auguraba algo desastroso porque a un año de comenzarse la obra, ya se presentaban los primeros hundimientos.
Y vino un tremendo revés cuando en 2018 las urnas arrojaron una votación sin precedentes, abrumadora y masiva, en favor de AMLO, quien consulta a la población, determinándose que el nuevo aeropuerto internacional se construiría en Santa Lucía y se abandonaría lo hecho en Texcoco. Allá en Santa Lucía, el nuevo aeropuerto internacional tendría 2 pistas, más las 2 del aeropuerto de la Cd. de México y las dos de Toluca, serán totalmente suficientes.
Además de que el nuevo aeropuerto que lleva el nombre de Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), se está desarrollando en tiempo récord (se entregará este lunes próximo (21de marzo), a dos años de iniciado, con un costo de apenas 75 mil millones, con lo que resultó más barato que lo planeado para Texcoco, aun cuando se tuvo que pagar lo invertido allá.
Con obras como esta el gobierno de la Cuarta Transformación, está demostrando que se puede hacer más con menos, cuando se borra la corrupción en los sobreprecios que los gobernantes corruptos estaban haciendo. Así que en la consulta de revocación de mandato del próximo 10 de abril, sin dudarlo, votaré a favor de AMLO. Y también por esto mismo declaro que con acciones como esta hacemos ¡Que viva México!
velasco_alvarez@yahoo.com
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