Ejercer periodismo escrito durante 23 años ininterrumpidos siendo la referencia informativa de miles de manzanillenses, esa es la odisea que hoy celebramos.
El pulcro periodismo declarativo que desde aquel 8 de noviembre de 1997 ejercemos en Manzanillo, ha permitido exaltar las problemáticas más lacerantes de la ciudadanía, siempre con un estilo propositivo que pondera las soluciones viables y expeditas, caracterizándonos por ser un periódico portavoz de liderazgos, activistas y luchadores sociales con conocimiento de causa que no eran escuchados.
Cuando emprendimos en esta ciudad portuaria, la capital económica del estado de Colima y municipio de mayor importancia poblacional, comenzó una extraordinaria etapa en la vida de nuestra entidad, porque de alguna manera la labor informativa de decenas de talentosos comunicadores que colaboran o han colaborado en esta casa editora, contribuyeron a visibilizar las realidades opuestas que prevalecían entre los capitalinos y los costeños, dejando como una tarea política permanente el reducir cada vez más la brecha de oportunidades entre esos dos bloques: Manzanillo, Minatitlán, Armería y Tecomán, ante Colima, Villa de Álvarez, Comala, Coquimatlán, Ixtlahuacán y Cuauhtémoc.
Podemos decir con orgullo que tuvimos el privilegio de atestiguar el desarrollo, con sus claroscuros y sabores agridulces, que ha vivido esta metrópoli en más de dos décadas, que sufre y al mismo tiempo goza de tener en su bahía al puerto comercial más importante de México, que representa el sustento de más del 50% de las familias porteñas, quienes a su vez lidian con los inconvenientes que la dinámica de mercancías genera naturalmente en la convivencia citadina, producto de una planeación urbana rebasada por su carente visión futurista; no obstante, hemos procurado poner en la balanza también el potencial benefactor que tiene la actividad portuaria para la ciudad, proyectando los programas sociales que numerosas compañías de la comunidad portuaria mantienen desde hace años para apoyar a los sectores vulnerables.
Por otro lado, si bien la prensa escrita vive uno de sus momentos más complejos en la historia por razones multifactoriales, tenemos la convicción de que haremos periodismo social por muchos años más, dejando claro, con todas sus letras, que no estamos atados a ningún presupuesto publicitario gubernamental, gozando de independencia financiera e informativa, siendo la gente y su entorno el motor que nos mueve.
Por último, debemos destacar que la objetividad, el pluralismo y el compromiso social, así como un periodismo que prioriza los datos duros y la información verificada, son los pilares que hoy nos permiten estar cada vez más vigentes como medio de comunicación tradicional, contradiciendo las tendencias globales que dicta una industria cada vez más digitalizada. Ante la infoxicación, sólo el periodismo puro prevalecerá, gracias a que el filtro más estricto y fehaciente para apreciar una digna labor informativa, es usted apreciable lector. ¡Gracias por ser parte de este 23 aniversario! De parte de todos los reporteros, editores, administrativos, técnicos y directivos que conformamos apasionadamente esta familia periodística.
¡Larga Vida al Noticiero de Manzanillo!
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