Elpidio García Larios
Platicar o dar a conocer algunos aspectos de mis años como estudiante me incomoda un poco quizás porque no tengo la costumbre de hacerlo y tengo miedo de caer en la fanfarronería o en la parquedad de estilo y palabras.
Recordar años pasados me es un poco doloroso, esta ha sido la tarea que más me ha costado y que inconscientemente la he retrasado porque no quería rescatar de la bruma del olvido algunos pasajes de mi historia que aún duelen.
Quiero empezar mi historia en el año en que salí de 6o. de primaria y sentí la necesidad de estudiar por lo que tenía que abandonar a mi querida madre, a mis hermanos y a mi inolvidable pueblo de García de la Cadena, Zacatecas. En esos tiempos muy difícilmente se tenía la escuela primaria y todo aquél que quería estudiar tenía forzosamente que salir del pueblo.
Por aquellos años, la Escuela Normal Rural de San Marcos, Zacatecas era una buena opción para los hijos de campesinos que sin recursos y a través de una beca que obligaba a estar internado era a lo más que se podía aspirar. La fama de estudiantes comunistas no me afectaba ni a mí ni a mi familia ya que no somos muy afectos a cuestiones religiosas y menos a hacerles caso a los curas por rencillas de mi familia con ellos desde tiempos de la Cristiada.
Yo en particular me había apartado desde los diez años de cualquier tipo de iglesia. Ingresar a la escuela de San Marcos era como sacarse un premio de la Lotería Nacional; además, en el año de 1968, aparte de la gran demanda existente, se había apartado unos lugares para algunos estudiantes indígenas por lo que las oportunidades de ingreso se redujeron.
Pocos fuimos los seleccionados, todo era muy extraño, vivir fuera del medio al que uno está acostumbrado es otro mundo, extraño, hostil; la supervivencia en él nos obligó a hablarnos de “paisanos”, a cerrarnos como grupo, ser más fuertes en la unión y en la solidaridad. Los viejos rescoldos del socialismo hacían que los compañeros de grupos avanzados nos dieran pláticas sobre Marx y las luchas de clases, como quiera que sea, algunos empezaron con sus inquietudes de ser dirigentes estudiantiles en esa época y esperaban que en segundo de secundaria se cumplirían su anhelo…
La historia del año de 1969 nos cuenta que a partir del Congreso Nacional de Educación Normal realizado en Saltillo, se reforman los planes de estudio y se decide separar la secundaria de la normal.
Nuestra versión como estudiantes es que por los movimientos estudiantiles del 68´ y porque nuestra Sociedad de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, a nivel nacional se hacía cada vez más fuerte y combativa, de ahí la necesidad del gobierno de terminar con 14 Normales Rurales del país. Al iniciarse el año 1970, unos 14 alumnos de secundaria regresamos a San Marcos para que los compañeros de profesional nos informaran que nuestro lugar no era ya ahí, que nuestra beca estaba en la Escuela Secundaria Agropecuaria de Santa Teresa, Coah.
Ahí vamos buscando un “raid”, arrastrando nuestras maletas y angustia por esa gran alameda, ¿ Dónde estará esa escuela? ¡Cuánta tristeza nos embarga! Por allá atrás, viene Paco y Caballero llorando de rabia por no haber obtenido el apoyo de los compañeros de profesional. ¡Torreón, Chávez, Santa Teresa, Coah., por fin, ya estamos en la nueva escuela! ¡Qué extraño paisaje, polvoso y llano!. Ningún cerro que al remontar te pudiera a lo lejos…
Pasó ese amargo episodio, las autoridades no quieren saber nada de sociedad de alumnos, ¿ Cómo le hicimos para nombrar nuestro comité de la Sociedad de Alumnos cuando en todas las escuelas se habían prohibido?
¡Qué audacia de estos adolescentes, cuando en San Marcos se vivía un periodo de represión, ellos lo habían vencido!
¿Se acuerdan de Paco?, quiso formar una Sociedad de Alumnos de Secundaria de la Región Lagunera. ¿ Dónde quedaste Paco? llegaron por ti los de gobernación, te preparé tus maletas y sólo rápidamente y en secreto me dijiste: ¡ Diles que no me voy, que me llevan!... nunca supimos de él...
Años de privación, de zapatos, camisas y pantalones rotos; de ir a pizcar algodón y volverte tranza en ella. También recuerdo la frescura de los pinabetes; ¿Oigan se acuerdan de esa poesía ...Pinabetes, nada más que pinabetes.. el autor era ése, el de Guerrero Caballero de apellido? que su mundo creo que era solamente los pinabetes que rodeaban la escuela; de todas maneras, qué triste poesía porque yo también sólo miraba puros pinches.pinabetes…
Algo bueno nos pasó, después de las Navidades de no ir a casa por no tener dinero, al menos aprendí a bailar, creo que era ese ritmo de la “huracha” y como dicen en mi pueblo: “de hay pa’l real” los bailes, las fugas en las noches, Luchana, Luján, Chávez, El Coyote; la zona de Torreón…
_Pillito, no jales la cobijas que vas a descobijar a muchos…
Regresamos a nuestra escuela de San Marcos en 1971, nos enteramos de que el plan se había modificado en el 69’ y ahora serían 4 años para terminar nuestra carrera. Nuestra mala suerte fue que en el 72’ se reforman de nuevo para hacer la preparatoria en forma simultánea a la carrera de maestro. Ese año del 72’ organizamos una huelga, hacía años que no se hacía una...
No era nuestra intención hacerla de hambre pero casi nos obligaron a ello, al retirarnos la comida y tuvimos que andar pidiendo en las rancherías que nos dieran aunque sea unos frijoles; como jefe de grupo tenía que organizar algunas cosas ya que los jefes de grupo nos habíamos constituido en una especie de Comité Coordinador_ todos teníamos miedo de estar al frente del Movimiento_, casi no salí, me sentí morir de hambre... nunca había tenido tanta hambre...Por fin 1975, me recibo de maestro Rural y regreso a mi pueblo; ¿Qué curioso, me sentí extraño entre mi gente? Esos años de estudio me apartaron de sus costumbres y tuve que emigrar de nuevo buscando mi destino…
Lo encontré en el trabajo. ¡Cuánto he trabajado! Desde escuelas de Concentración con 6 grupos yo solo, hasta la Universidad Autómata de Aguascalientes y sobre todo el trabajo con adolescentes en Secundarias. ¡Cuánto, pero cuánto trabajo el del maestro y pocas sus recompensas! Todo parece distante, hoy estudio una maestría y estoy sumamente orgulloso de ser porque así lo siento un maestro Rural.
Detalles curiosos de la vida, hoy siendo mi cumpleaños (15 de nov…me adelanté) y yo contando cosas que no quería contar.
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