POR: CESAR ALBERTO MERCHANT REY
Hace 150 años nació uno de los más grandes poetas mexicanos, Amado Nervo, cuyo nombre completo fue Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo; nació en Tepic, Nayarit (región occidental de México), el 27 de agosto de 1870. Sus primeros estudios los realizó en Jacona y en Zamora, de Michoacán; pero por necesidades económicas tuvo que trabajar en Tepic y en el puerto de Mazatlán, donde comenzó su verdadera carrera literaria, publicando en un periódico mazatleco, 'El Correo de la tarde', apuntando ya ser uno de los poetas latinoamericanos de la transición del Romanticismo al Modernismo:
“Pero tuve miedo de amar con locura,
de abrir mis heridas, que suelen sangrar,
¡y no obstante toda mi sed de ternura,
cerrando los ojos, la dejé pasar!” (“Cobardía”).
A partir de 1894 vive en la ciudad de México, donde entra de lleno al mundo literario y de la cultura, al grado de fundar, junto con otro poeta de gran prestigio, Manuel Gutiérrez Nájera, fundó 'Revista Azul', la que le sirvió para entrar en contacto y tratar a otros poetas nacionales y extranjeros, como Luis G. Urbina, Rubén Darío, Jesé Santos Chocano, y otros muchos.
“Todo en ella encantaba, todo en ella atraía
su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar…
El ingenio de Francia de su boca fluía.
Era llena de gracia, como el Avemaría.
¡Quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!” ('Todo en ella encantaba')
Fundó también en 1898 la 'Revista Moderna', y ese mismo año publicó sus primeros libros de poemas, con un éxito extraordinario: 'Perlas Negras' y 'Místicas'.
“¡Oh, Siddharta Gautama!, tú tenías razón:
las angustias nos vienen del deseo; el edén
consiste en no anhelar, en la renunciación
completa, irrevocable, de toda posesión;
quien no desea nada, dondequiera está bien”. (“Renunciación”)
Trabajó como docente de Lengua Española en la famosa Escuela Nacional Preparatoria, mientras escribía en el Periódico El Universal, y en 1905, gracias a su fama y a su cultura, ingresó a la diplomacia mexicana, como secretario en la Embajada de Madrid. Pero tanto por la Revolución Mexicana como por la Gran Guerra europea, hubo de interrumpir todo hasta 1918, cuando fue nombrado Ministro Plenipotenciario ante las repúblicas de Argentina y Uruguay.
“Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras”.
('El día que me quieras')
Fue Miembro Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua. Por ser extranjero no fue Miembro de Número. Murió en Montevideo, Uruguay el 24 de mayo de 1919. Sus restos ocupan un lugar en la Rotonda de los Hombres Ilustres. Sin duda, un gran Valor de la Cultura Mexicana.
“Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!”.
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